lunes, 16 de enero de 2017

El club de la lucha

La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión, que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock; pero no lo seremos y poco a poco nos hemos dado cuenta y estamos muy, muy cabreados.

Únicamente cuando se pierde todo somos libres para actuar.
Somos los hijos indeseados de Dios, ¿y qué? Nuestros padres eran nuestros modelos de Dios, si nuestros padres nos fallaron, ¿qué nos dice eso de Dios?
Lo que posees acabará poseyéndote.
No somos nuestro trabajo. No somos nuestra cuenta corriente. No somos el coche que tenemos. No somos el contenido de nuestra cartera. No somos nuestros pantalones...Somos la mierda cantante y danzante del mundo.
Tienes que saber, no temer, saber que algún día vas a morir, y hasta que no entiendas eso, no eres útil.
No eres un bonito y único copo de nieve , eres la misma materia orgánica en descomposición que todo lo demás, todos somos parte del mismo montón de estiércol 

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